viernes, 29 de junio de 2012
Quebranto
Este afán que en ti respiro
y que te hace tú,
cima blanca de sierra,
luz pausada del oro
o estambre escogido por el viento,
me está apretando hacia mí mismo el pecho
en nuestro duelo
como un bendito y mortal significado.
Por eso si acudes me sonrío
y en la ternura doliendo me divido,
queriendo con el cuerpo y con la sombra.
Si sufres,
soy sólo partícipe del aire
donde tu risa aletea.
Puede que a veces caricia en noble espera
o persecutor de tu huella,
incluso libro que te espera en un estante.
Porque este afán tiránico
que me hace yo,
tan de piqueta contra hielo,
o verde óxido del cobre,
o como viento silbando entre la nada,
me acerca a ti,
me hace más nosotros.
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